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Podrás caminar por puentes medievales, investigar iglesias derruidas y descubrir fauna entre bosques de encinas, arces, tejos y acebos, vigilado siempre por el vuelo de majestuosas y veloces rapaces que te observarán desde el cielo.
La ruta que os mostramos tiene una longitud de 17,5 kilómetros y aunque algunas de las publicidades de la zona nos hablan de siete horas para recorrerla, te aconsejamos que te tomes tu tiempo y disfrutes de cada instante irrepetible.
Comenzamos en el pueblo de Pesquera de Ebro, lleno de palacios y casonas blasonas excelentemente conservadas y desde el principio vimos con agrado que la pista está perfectamente señalizada. Marcas y señales en edificios, árboles o rocas harán que no te pierdas en ningún momento.
Tras un tramo de camino entre árboles, en breve accedimos a una pista-carretera que te lleva al mágico pueblo semi-abandonado de Cortiguera. Y digo semi-bandonado porque afortunadamente y tras década de total abandono el pueblo tiene en la actualidad 8 vecinos, que ya son más de los que viven en muchos de los pueblos de la zona.
Es el momento de comer y saborear el bocadillo y beber algo, que gracias a las maravillosas vistas todo sabe mejor.
Tras el almuerzo nos dirigimos cuesta abajo hacia Valdelateja por una pista de rocas sueltas que quizás hace de este tramo el más difícil de todo el trayecto. Nos alegramos ahora de haber empezado nuestro viaje por Pesquera y no por Valdelateja. Comenzar la ruta subiendo esta fuerte pendiente de piedras rodantes hubiese sido mucho más duro. Empezando desde Pesquera el andar ha sido mucho más fácil ya que la pendiente no ha sido muy inclinada.
Una vez en Valdelateja nos tomamos un tiempo para un café recuperador y para admirar uno de los pueblos más bonitos de la zona. Casas y demás edificios tienen cuidados todos los detalles.
Dejamos Valdelateja y afrontamos los últimos 7 kilómetros y medio hasta el inicio de nuestro viaje: Pesquera.
Esta parte de la caminata nos lleva por un ambiente totalmente distinto. Si antes veíamos el río doscientos metros abajo, el camino ahora nos lleva continuamente por la orilla hasta Pesquera.
Caminado bajo la plácida sombra del constante bosque podrás disfrutar de las aguas del río Ebro alternando rápidos de rabiosas aguas con tranquilas zonas de mansas corrientes.
Como os comentamos el panorama visual varía y ahora es posible ver desde abajo las grandes masas de roca envueltas en miles de formas y tamaños.
Mil rincones de increíble disfrute aparecen a cada paso.
Casi a mitad de camino aparece como de la nada la Central Eléctrica El Porvenir (curioso nombre para una zona algo abandonada) inaugurada en 1907 que aprovecha la furia de las aguas del Ebro para dar electricidad.
Poco antes de la central cruzaras, de orilla a orilla, por única vez las aguas del río por un vertiginoso y estrecho puente que te dará otra visión del Ebro.
Tras unos finales kilómetros llenos de tranquilidad y paisajes emocionantes llegarás de nuevo a Pesquera de Ebro, inicio de nuestra ruta, dando fin a nuestro recorrido por los Cañones del Río Ebro.
Más pistas, caminos, lugares y paisajes nos esperan junto al río Ebro en la zona del Valle de Sedano…
Video: Andrés Serna 2010