Pórtico Iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano (Valle de Sedano – Burgos).
Los músicos 24 Ancianos del Apocalipsis.
Siempre se piensa en la Edad Media como un periodo negro y atrasado dentro de la historia de la humanidad, pero si hacemos un estudio más detallado y no tan general, podremos descubrir unos siglos de grandes inquietudes culturales en los que tanto la música como otros artes (arquitectura, escultura, lírica) sufrieron grandes cambios.
Históricamente nos hallamos en siglos cambiantes en la península ibérica. El mundo cristiano se expande y ocupa tierras al islam en plena retirada de tierras españolas. Fueron momentos de repoblación, de creación de nuevos pueblos y ciudades y de formación de vías comerciales y de peregrinación.
Artísticamente, el románico destaca como el primer estilo artístico claramente cristiano desarrollándose entre los siglos XI y XIII impulsado por grandes órdenes religiosas que lo expanden por toda Europa.
En España el románico está íntimamente ligado al descubrimiento de las reliquias del Apóstol Santiago y al camino que desde el siglo XI convierte a la ciudad de Santiago en uno de los principales centros de peregrinación del mundo cristiano.
El Camino de Santiago favorece la creación de iglesias y monasterios y se desarrollan templos y puntos de peregrinación con reliquias de Santos que atraen a las gentes de todo tipo que recorren el camino. Pronto se desarrollan también nuevas rutas que desde todos los puntos de España llevan a adorar las reliquias de Santiago.
Iglesia de San Juan de Villanueva de la Nía (Valderredible – Cantabria). Hombre sentado tocando un arpa
Pueblos de Cantabria (Cervatos, Santillana del Mar, etc) y de Burgos (Vallejo, Siones, San Miguel de Cornezuelo, Escalada, Moradillo de Sedano, Ahedo de Butrón, etc) ven levantar sus iglesias al encontrarse en unos de los caminos del norte hacia Santiago.
Socialmente los pueblos y ciudades medievales eran dominados por los Nobles y Reyes y su vida estaba dirigida principalmente por los ideales cristianos que nacían en los monasterios. Pero la llegada del cristianismo no solo impuso formas de vida, espiritualidad y reglas morales, si no que también supuso el despertar de las artes ya que, en una sociedad eminentemente analfabeta, los monjes se erigieron como los grandes poseedores del saber. Los monasterios medievales se convirtieron en centros de expansión del arte, de las letras, de la música y de la cultura.
LA MUSICA EN EL ROMANICO
En todas las grandes sociedades a lo largo de la historia, la música ha tenido un papel importante.
Quizás fueron los egipcios los primeros en poner un orden y una lógica dentro de la música, pero fueron los griegos los grandes desarrolladores de la ciencia musical, estudiando las matemáticas asociadas a la música, la acústica y creando y dando forma a nuevos instrumentos como las arpas, liras, flautas, guitarras, tubas, cornos y tambores.
En casi todas esas antiguas sociedades la música fue clasificada bajo dos vertientes o estilos, una religiosa (de alabanza a Dios) y una profana (más relacionada con las actividades y la vida diaria del hombre).
Canecillos. Cuernos y cazadores.
(Izq) Canecillos de Cazador con instrumento de viento y lanza. Iglesia de San Julian y Santa Basilisa de Dobro (Los Altos – Burgos). (Centro) Canecillo cuerno de caza? de la iglesia de Cubillo de Butrón (Valle de Sedano – Burgos)
(Dcha) Canecillo de cazador tocando cuerno de la iglesia de San Nicolás de Bari de El Almiñe (Valdivielso – Burgos)
Aunque la iglesia huye en principio de la música ya que la ve como algo vinculado a ideas y religiones paganas anteriores, pronto vinculó todos sus rituales religiosos con su propia música litúrgica.
La gran música religiosa del Medievo se crea y desarrolla en iglesias y monasterios bajo la norma del "Ora et Labora" de la Orden de San Benito.
Son pues los monjes los grandes estudiosos y mantenedores de la música y gracias a los que no se perdieron para siempre sus cantos como en otros estilos musicales medievales. Los monjes son los primeros en transmitirla y en escribir partituras.
La música religiosa románica está escrita en latín, el idioma oficial de la iglesia romana, lo que da poco acceso a ella al pueblo llano generalmente analfabeto.
Músicos con instrumentos de cuerda
(Izq) Relieve de músico en la arquivolta de la iglesia de San Lorenzo de Vallejo de Mena (Valle de Mena – Burgos).
(Centro) Músico en capitel de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de San Martín del Rojo (Valle de Manzanedo – Burgos). (Izq) Canecillo de músico de la iglesia de Villaescusa de Butrón (Valle de Sedano – Burgos)
El año 1011 supuso el gran cambio de la liturgia cristiana europea y de la música religiosa. Desde Roma, capital de la iglesia, se veía con suspicacia la libertad de cada una de las iglesias nacionales y las unifica en una sola iglesia. En España aún convivían cristianos y musulmanes y la iglesia continuaba bajo ritos de la iglesia visigoda y mozárabe. Los reyes españoles apoyan la reforma ya que supone europeizar el país.
Detalle arquivoltas de la iglesia de Santa María la Mayor de Escalada (Valle de sedano – Burgos) Relieves de los 24 Ancianos del Apocalipsis.
El Gregoriano recibe su nombre del Papa Gregorio El Grande (540-604), primer gran recopilador de la música religiosa, que da la orden de unir en su libro "Antifonario" todos los himnos y canciones religiosas conocidas.
Canecillos de hombre cargando barril y saltimbanqui de la iglesia de San Pedro de Cervatos (Cantabria)
Escrito en latín, es un canto a cappella, a una voz (siempre masculinas) y obligatoriamente bajo temática religiosa. El Canto Gregoriano es un elemento adyacente de la oración que hace ésta más agradable.
Los monasterios se transforman en centros musicales creando escuelas en las que se forma como cantores a los monjes y sacerdotes. Son ellos los que se ocupan de conservarla, transmitirla y por primera vez escribirla. En los monasterios nacen las neumas, primer sistema de signos de notación y escritura de la música.
Detalle arquivoltas de la iglesia de de la Asunción de Nuestra Señora de San Martín del Rojo (Valle de Manzanedo – Burgos). Músicos encadenados que irán al infierno?.
Las nuevas reformas en la religiosidad cristiana no solo traen cambios en la liturgia y la música, también la arquitectura de los templos cambia. Los nuevos coros gregorianos necesitan más espacio en las iglesias y nacen altares en los cruceros. Las nuevas bóvedas románicas se encargarán de hacer de cajas de resonancia de los cantos de coros de monjes gregorianos.
El Gregoriano fue siempre un estilo de música vocal sin instrumentos ya que la mayoría de las veces las autoridades eclesiásticas prohibían la entrada de estos en los templos ya que los relacionaban con el mundo profano.
Músico tocando el Arpa. Canecillo de la iglesia de San Pedro de Cervatos (Cantabria)
LA MUSICA PROFANA EN EL ROMANICO
Frente a la música religiosa centrada en templos y monasterios existían en la Edad Media otras músicas que no pertenecen al mundo cristiano.
La música profana medieval era distinta de la religiosa en temática, ritmo, motivo y por la clase de músicos que la interpretaban.
Trovadores y juglares son los protagonistas de la música profana medieval.
Músicos tocando el arpa. Canecillos de San Pedro de Cervatos (Cantabria) y San Pedro de Tejada (Puentearenas – Valdivielso – Burgos
LOS TROVADORES
Los trovadores eran intérpretes profanos de música culta, que pertenecían a la nobleza o incluso a la realeza.
Acompañados de instrumentos como laudes, violas o arpas cantaban canciones y poemas para la gran corte y los reyes con letras cuya temática giraba entorno al amor, la guerra o la justicia.
Eran por lo general autores de sus canciones y solían ser personas con algún tipo de formación musical y literaria.
Su amor al arte y la poesía era lo que les llevaba a recorrer castillos y palacios vestidos gentilmente cantando y recitando canciones de amor platónico y gestas de caballeros en guerras de lejanas tierras.
Muchos de ellos eran además creadores de bailes y danzas vinculadas a obras teatrales y otras representaciones con las que deleitaban a su selecto público.
Los trovadores a diferencia de los monjes que cantaban en latín, cantaban sus canciones en idioma provenzal.
Sus canciones eran un producto de la alta sociedad y aristocracia de la edad media. El más importante trovador hispano fue Alfonso X El Sabio (1221
‐1284), Rey de Castilla entre 1252 y 1284, autor de "Las Cantigas de Santa María". Destaca también Martín Codax (siglo XIII), trovador gallego, autor de "cantigas de amigo" de marcada temática amorosa.
Detalle arquivolta de la iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano (Valle de Sedano – Burgos). Músicos de los 24 Reyes del Apocalipsis.
LOS JUGLARES
Los juglares eran individuos que recorrían plazas, calles y mercados de pueblos y ciudades medievales mendigando dinero a cambio de todo tipo de artes escénicas callejeras.
Por lo general pertenecían a las clases más bajas de la sociedad medieval, aunque algunos consiguieron notoriedad y alta posición económica.
Detalle arquivolta de la iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano (Valle de Sedano – Burgos). Músicos de los 24 Reyes del Apocalipsis. (izq) Rey toca instrumento de viento. (centro) Rey toca rabel. (dcha) Rey toca viola medieval.
En su gran mayoría no eran compositores como los trovadores, sino que robaban e éstos, letras y melodías para llevarlas a un pueblo llano, en su mayoría analfabeto, que ocupaba su tiempo libre con los cantos, bailes y piruetas de los juglares.
No eran solo músicos, todo tipo de actividades se sumaban al trabajo de los juglares. Magia, malabares, mimos, bailes desenfrenados, acrobacias, titiriteros, saltimbanquis, parodias, títeres, amaestradores de animales o tragasables eran algunas de las habilidades que juglares de todo tipo realizaban para engordar sus pobres arcas o para conseguir comida u hospedaje.
Gente de mala vida, muchos eran ladrones, blasfemos o violentos personajes, rápidamente dilapidaban el dinero conseguido en vino, apuestas o mujeres para empezar de nuevo con su show en el pueblo siguiente.
Menéndez Pidal califica a los juglares como mendigos alegres que explotaban, si la tenían, alguna aptitud artística con tal de conseguir dinero. Al mundo de la juglaría se añadían todo tipo de pobres, lisiados, noctámbulos y charlatanes cuya única profesión era divertir a las gentes.
Familias enteras ejercían de juglares especializando a cada miembro del clan en una actividad artística. Incluso había mujeres juglares, llamadas "soldaderas" que ejercían el arte del canto y del baile mezclándolo muchas veces con la prostitución.
Aunque en sus cantares podían llevar temáticas parecidas a los trovadores (narraciones heroicas, religiosas y amorosas), en su mayor parte los juglares cantaban a la moral distraída, al vino, a las mujeres y a un largo catálogo de vicios con un lenguaje procaz y desvergonzado.
Muy pocos juglares han conseguido pasar a la historia, a muchos solo se les conocía por el instrumento que tocaban, lo mismo que sus composiciones al no estar escritas en ningún lenguaje musical; pero a pesar de ello el juglar tuvo su importancia en el mundo medieval.
En su constante peregrinar por caminos y pueblos, ellos eran los encargados de distribuir noticias, el saber y la cultura de la época ya que estaban más cerca de la población que las bibliotecas de los monasterios. También fueron de vital importancia en la expansión del idioma romance por lo que no solo servían para divertir a las gentes del Medievo. Fueron además definitivos en la propagación de culturas y formas de vida foráneas traídas por ejemplo desde Francia y distribuidas por todo el Camino de Santiago.
LOS JUGLARES Y LA IGLESIA CRISTIANA
LOS JUGLARES Y LA IGLESIA CRISTIANA
Las relaciones de la jerarquía eclesiástica con la música de los juglares siempre fueron contradictorias. Por un lado condenaban rotundamente su forma de vida, pero a la vez envidiaban su gran poder de convocatoria en clara competencia con la iglesia.
Aunque algunas veces eran permitidas sus actuaciones en el interior de las iglesias en ciertas fiestas muy señaladas, quizás con el afán de atraer a la gente al templo, generalmente su trabajo tenía lugar fuera de los muros de la iglesia.
Capitel iglesia de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de San Martín del Rojo (Valle de Manzanedo – Burgos).
Músicos con rabel e instrumento de viento y mujer danzante o cantante.
Durante siglos los centros de poder de la iglesia cristiana se posicionaron en contra de la música que no fuera religiosa. Y aunque San Isidoro de Sevilla en sus "Etimologías" habla de la importancia de la música no solo en actos religiosos, si no también en actos profanos; el Concilio de Toledo en el siglo VI ya prohíbe cantos y bailes obscenos en los días de fiesta importantes. Incluso en algunos manuscritos cristianos como el conservado en la catedral de León llamado "De Saltionibus Respuendis", van más allá y califica de malévolos todos los bailes sin diferenciar entre honestos y deshonestos.
Y es que la iglesia cristiana medieval consideraba que la música profana alejaba al pueblo de la virtud y lo llevaba al mundo del pecado y del vicio.
Monjes y sacerdotes fueron rotundos en perseguir la vida y la obra de los juglares por considerarlos gente de vida licenciosa y contraria a los ideales de la iglesia. En muchos pueblos se les negó incluso la comunión y algunas músicas e instrumentos fueron prohibidos por considerarlos blasfemos y demoniacos.
Especialmente castigadas fueron las músicas folklóricas, lo que ha hecho que muy pocas hayan llegado hasta nuestros días. Además al no poder escribirlas con algún cifrado musical y depender solo de la memoria y el boca a boca, hizo que casi todas las canciones se perdieran.
A pesar de las constantes prohibiciones de la jerarquía eclesiástica el trabajo de los juglares nunca fue erradicado del todo.
MUSICOS DE PIEDRA
Hasta la llegada del románico son muy pocas las representaciones existentes de músicos en cualquier forma artística. Solo aparecieron dibujados en los códices manuscritos llamados Beatos (Liébana, Burgos de Osma, Turín, etc).
MUSICOS DE PIEDRA
Hasta la llegada del románico son muy pocas las representaciones existentes de músicos en cualquier forma artística. Solo aparecieron dibujados en los códices manuscritos llamados Beatos (Liébana, Burgos de Osma, Turín, etc).
Detalle arquivolta de la iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano (Valle de Sedano – Burgos). Músicos de los 24 Reyes del Apocalipsis. (izq) Rey toca arpa. (centro) Rey toca jícara o vasija. (dcha) Rey lee, canta o recita.
Con la llegada del románico surgen canteros que revitalizan la escultura en los templos, llevando a sus muros todo tipo de imágenes en las que tratan toda clase de temas.
Capiteles, portadas, metopas y canecillos se llenan de animales fantásticos, santos, pasajes de la biblia y todo tipo de esculturas que desarrollan la siempre interesante simbología románica.
Muchas son las iglesias que en nuestra zona (sur de Cantabria y norte de Burgos y Palencia) tienen músicos de piedra en sus muros.
Aunque en su mayoría las esculturas se refieren a la música profana y principalmente a la vida de los juglares, también existen representaciones de música sacra centradas principalmente en los Veinticuatro Sabios del Apocalipsis y en el Rey David.
Y al igual que con las escenas eróticas en las iglesias, vuelven a surgir las interpretaciones de su existencia que en este caso reducimos a tres:
- Crítica Moralizante: la iglesia siempre estuvo en contra de la vida licenciosa de los juglares, por eso músicos, danzantes, saltimbanquis y demás pecadores decoran elementos arquitectónicos de las iglesias románicas. Son imágenes de carácter moralizante de vidas a no seguir y bailes, danzas y música son considerados como algo pernicioso. La jerarquía eclesiástica vierte conceptos negativos sobre la música popular y la asocia con el mundo demoniaco acusando a los juglares de dedicarse a ofrecer espectáculos indecorosos y procaces. La escultura románica es usada como un programa iconográfico para adoctrinar al pueblo.
Canecillos de músicos tocando el rabel.
(izq) Iglesia de Santo y Pastor de Incinillas (Merindad de Castilla la Vieja – Burgos). (centro) San Pedro de Tejada (Puentearenas – Valdivielso – Burgos). (izq) Asunción de Nuestra Señora de San Martín del Rojo (Valle de Manzanedo – Burgos)
- Expresión de lo habitual: Los juglares son los grandes nómadas de la época del románico por lo que sus espectáculos eran habituales en plazas de pueblos y en las grandes rutas de peregrinación. Por esta razón no es extraño que reflejando lo habitual es normal encontrar escenas de músicos en los templos románicos.
- Motivo decorativo: las esculturas de músicos y danzantes son muy habituales en las iglesias románicas, por lo que tanta repetición puede significar que estas imágenes carezcan de cualquier trasfondo moralizante y solo sirvan de motivo ornamental, principalmente porque suelen ocupar zonas poco importantes del templo como canecillos aunque en extrañas ocasiones las podemos encontrar en las arquivoltas de la portada (Moradillo de Sedano, Vallejo de Mena, San Martín el Rojo, Ahedo de Butrón)
Al igual que muchos de los temas interpretados por juglares y trovadores se perdieron en la historia, también muchos instrumentos medievales no han llegado a nuestros días. Solo gracias al estudio de las representaciones de las iglesias románicas se han recuperado muchos de esos instrumentos desaparecidos, por lo que estas imágenes cobran más importancia y relevancia.
Estudiadas gran número de esas representaciones se encuentran cuatro tipos de instrumentos musicales:
- Instrumentos de cuerda: Arpa, salterio, rabel, giga, laud, fídula, guitarra o citara.
- Instrumento de Teclado: Organo portativo y organistrum.
- Instrumentos de Viento: alboka, flautas, gaitas, toneles y cuernos.
- Instrumentos de percusión: pandero, tamboril, tejoletas y tintinnabulum.
Detalle arquivolta de la iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano (Valle de Sedano – Burgos). Músicos tocando el organistrum o monocordio. 24 Reyes del Apocalipsis.
Muchos de estos instrumentos aparecen fielmente reflejados en canecillos, arquivoltas y capiteles aunque en otras ocasiones, debido a la libertad de los canteros, a las necesidades arquitectónicas o por cuestiones estéticas, algunos de los músicos aparecen tocando instrumentos irreales en los que solo se busca el concepto.
Los instrumentos más reflejados en los muros de nuestras iglesias son los de cuerda (arpas, fídulas, rabeles, cítaras, salterios) y en muy pocas ocasiones aparecen instrumentos de percusión y viento, los instrumentos más denostados y perseguidos por la iglesia cristiana por asociarlos a ideas paganas.
Canecillos de músicos tocando instrumentos de viento.
(izq) Canecillo de la iglesia de Santa María de la Antigua de Butrera (Merindad de Sotoscueva – Burgos).
(centro) Canecillo de hombre tocando un olifante en San Pedro de Cervatos (Cantabria). (dcha) Iglesia de San Justo y Pastor de Incinillas (Merindad de Castilla la Vieja – Burgos).
Canecillos de músicos tocando instrumento de cuerda.
San Miguel de Cornezuelo (Valle de Manzanedo – Burgos) y Valdenoceda (Merindad de Valdivielso – Burgos)
"Aspectos Musicales en el Arte Románico y Protogótico". Dulce Ocón Alonso. 1996
"El Enigma de las Jarchas". Pedro Martín Baños.
"Los Juglares, elemento notable de la Cultura Medieval". Temas para la Educación. 2008.
"Escenas de Juglaría en el Románico de Galicia". Ramón Yzquierdo Perrín. 1997.
"Música profana en el arte monumental románico del Camino de Santiago Navarro". María Esperanza Aragonés Estella.
"Música y Músicos en el Camino de Santiago". Carlos Villanueva. Universidad de Santiago. 1992.
"Arte y Música para el Camino". Angel Luis Barreda Ferrer. Revista Biografía Jacobea. Número 8. Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago. Carrión de los Condes (Palencia) 2005.
"Revista Patrimonio". Número 35. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. 2008.
"Simbolismo e el Románico Campurriano". Elena Le Barbier Ramos. Cuadernos de Campoo. 1997.
"Los Instrumentos Musicales en el Románico Xacobeo: estudio organológico, evolutivo y artístico
‐simbólico". Faustino Porras Robles. 2007.
"El Románico". Varios autores. Editorial Ullmann. 2004.
"Burgos todo el Románico". Santa María la Real. 2009.
"Románico en Cantabria". Miguel Angel García Guinea. Guías Estudio. 1996.
"Cantigas de Santa María" Alfonso X El Sabio. 1284.
"Codex Calixtinus". Siglo XII.
"Regla de San Benito". Benito de Nursia. Siglo VI.
"Etimologías". San Isidoro de Sevilla. 627-630.
AGRADECIMIENTOS:
Julio Conde.
Canecillo de músico tocando el rabel de la iglesia de San Esteban de Moradillo de Sedano
(Valle de Sedano – Burgos).
Artículo y fotos: Andrés Serna
Más fotos: Facebook El Correo de las Matas.
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Precioso album, gracias.
ResponderEliminarMuchas graciassssss, saludos
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