Aunque más cercana a Arnedo de Bricia que ha Montejo, nos acercamos a una de las iglesias rupestres de las que menos referencias escritas o gráficas hemos encontrado.
Junto al nacimiento del río Nava hallamos la iglesia rupestre conocida como La Cueva de la Tía Isidora, dato que viene de una antigua y oscura leyenda que identifica a esa mujer como habitante de la iglesia-eremitorio.
De una única nave y de planta rectangular, el exceso de humedad ha deteriorado con el pasar de los siglos las estructuras talladas en la arenisca de sus muros, aunque a pesar del daño recibido, aun se detectan sus tres diferenciados espacios, sus arcos y algunas cruces grabadas en sus muros.
Quizás motivado por ese mal estado y la excesiva humedad, no descubrimos una inscripción que estudios posteriores nos dicen que existe en uno de sus muros y serviría para datar la cueva-iglesia: “+ REGNANDO ALFONSO VI.S.XI”.
Alfonso VI, llamado el Bravo, fue rey de León, Galicia y Castilla entre los años 1065 y 1109.
Parecida en tamaño a la iglesia rupestre de Campó de Ebro, se diferencia de ésta, en que en la de Montejo de Bricia no existe ningún vano o ventana que ilumine su interior, dejando esta labor únicamente a su puerta.
Aunque no se le conoce ninguna advocación concreta a la iglesia, el pueblo de Montejo celebra una misa-fiesta el 15 de agosto, festividad de Nuestra Señora.
Si bien la iglesia rupestre de Montejo no es una de las más espectaculares, os aseguramos que su bello emplazamiento hace de este lugar una visita obligada.
Disfrutando de una espectacular puesta de sol desde la puerta de la iglesia nos fue mucho más fácil imaginar como fue la vida de la Tía Isidora en la rupestre de Montejo de Bricia.
Bibliografía: “Eremitorios Rupestres Altomedievales (El Alto Valle del Ebro). Luis Alberto Monreal Jimeno. 1989
Editado Por la Universidad de Deusto, la gran biblia de los eremitorios rupestre en España.
Fotos y Vídeo: Andrés Serna
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